Mayte Albiol, paciente y embajadora de Fabry Ahora en la zona de Cataluña, fue diagnosticada de Fabry en 2003. Cuando los síntomas de la enfermedad de Fabry comenzaron a manifestarse, llevaba unos años trabajando en el Hospital Clínico de Barcelona. Esta situación hizo que Mayte tuviera que coger una baja laboral durante unos seis meses a la espera de que le administraran el tratamiento y con él controlar y afrontar los efectos de la enfermedad. ”Fue aquí cuando informé a mis superiores de que padecía Fabry y que este era el motivo de una baja tan extensa”, nos cuenta nuestra embajadora.

Diez años después, Mayte continúa trabajando en la misma empresa. Los síntomas que le afectan más frecuentemente son la fatiga crónica y los dolores musculares. Cuando éstos son severos, no puede acudir a su trabajo y se ausenta los días necesarios para recuperarse. En este sentido, se siente apoyada y comprendida al cien por cien en su entorno laboral: “En ningún momento he tenido problema alguno y entienden la situación”.

Un ejemplo de ello es su turno de trabajo. Mayte trabaja por las tardes, momento del día en el que sus síntomas le dejan desarrollar mejor su labor. Cuando es necesario cubrir el día entero o hacer un turno de mañana, sus compañeros, que la conocen y comprenden sus limitaciones, se turnan para que ella no tenga que hacer más horas extras: “Saben que por mi estado necesito descansar por las mañanas para poder realizar lo mejor posible mi trabajo por la tarde. Mis compañeros también entienden mi situación y me respetan. Hay tardes que incluso apenas hablo con ellos, porque me agoto hasta de hablar, y sin preguntarme ya saben cuándo tengo buen o mal día”, nos explica Mayte Albiol.

Por todo esto, nuestra embajadora se siente tranquila, apoyada y comprendida: “Psicológicamente afecta ver mermadas tus capacidades físicas, por lo que es muy importante que nadie te juzgue. Muchas veces, son mis compañeros quiénes me dicen que descanse y me siente, cuando ven que no estoy bien, aunque yo prefiero seguir.
Yo cuando trabajo es para dar lo máximo de mí, sino me quedo en casa, porque no quiero que mi compañero cargue con su trabajo y el mío”, afirma nuestra embajadora.

Padecer Fabry es una característica más tuya que, por tanto, compartes con tu entorno familiar, social y, también, laboral. Mayte es un ejemplo de superación y no ha tenido problemas en compartir con los demás su situación, lo que ha tenido sus frutos. ¿Por qué no iba a pasarte lo mismo? Comparte tu condición, te sentirás mucho mejor y recibirás mayor apoyo y comprensión.

¡Gracias Mayte por contarnos tu historia!

Fuente: FABRYAHORA.com