La bonita y motivadora historia de Susana, Morquio A
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6/1/2017
“Quién me iba a decir a mí hace cinco años cuando empecé la rehabilitación en la Piscina de Campanar aquí en Valencia, que compartiría Competición Nacional y una experiencia maravillosa con los nadadores que había estado viendo en televisión este mismo verano en Rio. Deportistas de élite y grandes personas de las que he aprendido tanto en tan poco tiempo...
Con un síndrome de Morquio tipo A, y ya con 40 años, es todo un reto nadar tres horas semanales, sacar energía para todo lo que conlleva llegar a estar una hora en el agua, el antes, durante y después. Pero los beneficios son tantos que todo esfuerzo merece la pena.
Lo que empezó como una rehabilitación, ya que debido al aplastamiento de las vertebras 11 - 12 me quedé sin movilidad prácticamente en las piernas, hoy es una manera de sentirme libre física y emocionalmente. El trabajo bien hecho de los profesionales y la motivación al verme con facilidad de movimiento dentro del agua han hecho que quiera superarme en cada clase y que no solo fortalezca mi musculatura así evitando dolores varios y la progresión del síndrome en sí, si no que esa superación sea también en cuanto a mi propio tiempo obtenido en competiciones “no competitivas” y en ésta a nivel Nacional.
Por lo que animo a que os “lancéis al agua”, venzáis perezas, vergüenzas y miedos, y que podáis sentir los beneficios físicos y anímicos que el deporte nos aporta.”
Susana Lliso
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